Eres
como esa melodía que no consigo sacar de la cabeza. Como la canción que
cantábamos juntos a la luz de las estrellas, con tu rostro perfecto sonriéndome
sin importarte lo que sucediera en el mundo real.
Recuerdo cuando los te quiero
hacían que sintiera escalofríos por todo el cuerpo; esos “te quieros “que ahora
han huido lejos. Como un pájaro que marcha en busca del calor te fuiste tú de
un día para otro, sin avisarme si quiera, sin darme explicaciones ni dejarme
regalarte el último beso, nuestro último beso.
Ahora estoy bien, falta de tus
caricias pero supongo que bien, eso es lo que dicen.
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